
¿Se puede ayudar a los hijos en el proceso del divorcio? Muchos ya habréis contestado mentalmente al leer esta frase…pero la respuesta es que existen multitud de cosas que sí se pueden hacer para ayudar a los hijos en el proceso del divorcio y facilitar la adaptación a una nueva situación. Según los datos de una investigación realizada por University College Dublin , revela que los efectos de la separación son más dañinos para los niños que la muerte de uno de los progenitores. Son más propensos a experimentar dificultades en los estudios y desarrollar menos habilidades sociales si se comparan con niños de su misma edad, es decir pueden experimentar problemas de conducta y emocionales.
Cuando el divorcio sucede , la situación es complicada y desagradable para todos, pero nunca debemos olvidar el bienestar de los hijos y mayormente si son menores de edad. Lo ideal es que los hijos lo asuman y acepten de la forma más natural posible y para que esto se logre, se necesita una colaboración por parte del padre y de la madre.
¿Existe una regla mágica que todo lo resuelva? Desde nuestro Gabinete y en base a las experiencias de los casos debemos decir que no. Cada niño es único, diferente y distinto en sus necesidades. Los padres pueden hacer mucho por la adaptación de los hijos a la nueva situación. Nadie conoce como un padre o una madre a su hijo o hijos, se sabe como es su carácter, cómo se comportan, sus gustos…. Algunos niños pueden adaptarse bien, otros ser mas nerviosos, más introvertidos etc… pero ¿qué es lo que realmente representa para un niño la situación que planteamos? Para un menor, representa desconsuelo e inseguridad y confusión por la amenaza personal que se presenta. De ahí la importancia de saber explicar bien lo que les está pasando, cómo les afectará y qué cambios habrá para todos.
Muchos niños tienen la creencia de que el conflicto ha sucedido por ellos y creen que solo ellos podrán reconciliarles. Se vuelven vulnerables, se encuentran indispuestos, no quieren acudir al colegio y mentalmente están afectados. Sin embargo, con una debida atención externa y una actitud constructiva y positiva de los padres en la situación de ayudar a los hijos en el proceso del divorcio puede dar con la solución. Si los padres participan en la capacidad de cooperar con el bienestar de los hijos, menor será el estrés y mayor el beneficio general.
A continuación, os facilitamos unas pautas que se deben EVITAR para que no existan alteraciones psicológicas en el proceso del divorcio:
– El niño no es un espía. No le utilicéis.
– Los niños no son negociables. Su seguridad afectiva es importante.
– El niño no es una colchoneta donde aguante y escuche las descalificaciones que un progenitor lanza sobre el otro a través del niño.
– El niño no es un confidente adulto donde los padres les cuenten sus problemas de pareja.
Muchas veces estas situaciones dañan la imagen del otro progenitor y el niño no es ningún apoyo emocional , ni podemos exigir que lo sea. El tiene que adaptarse también a la nueva situación.
Aconsejamos que los padres planifiquen una disciplina consistente y métodos similares para educar al hijo de manera apropiada asegurando que los niños entiendan que los padres les siguen queriendo.
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