
Llega esta tendencia educativa llamada Slow parenting, filosofía de vida basada en bajar el ritmo de educación de los hijos.
Los datos son alarmantes: entre el 4-6% de los niños pasa por depresión infantil, el 3% de los adolescentes sufren trastornos de ansiedad.
Hay más datos que hacen que nos cuestionemos si están padeciendo trastornos de adulto. Algo estamos haciendo mal.
Nuestro exceso de celo por que tengan un futuro mejor hace que les sobrecarguemos de actividades, clases después del horario escolar, clases los sábados… incrementamos actividades y con ello su nivel de stress. Educar no es una competición.
La Pedagogía de la sencillez facilita:
Estar más tiempo con los hijos y dejarles ser más ellos.
Tener calidad de escucha.
Dar un paseo, solo con él/ella (sin móviles, ni cambios de conversación etc.).
Dejarles investigar y aprender.
Usar la imaginación jugando y compartiendo actividades.
Más libertad para experimentar, potencia su autonomía
Déjanos un comentario