
El trastorno límite de la personalidad es una condición clínica que genera una inestabilidad emocional con comportamientos caóticos en las relaciones personales. Esto conlleva problemas mentales y conductas asociadas como abuso de sustancias, autolesiones… A nivel biológico se relaciona con la esquizofrenia, trastornos afectivos, problemas en la infancia o inmadurez cognitiva.
Las personas que sufren este mal, tienen una imagen de sí mismos bastante distorsionada con sentimientos de baja autoestima, cambios de humor, inseguridad etc. , que hacen que las personas se alejen, a pesar de poder tener relaciones amorosas duraderas. Cambian de estado de ánimo de manera rápida y caprichosa con falta de control de sus impulsos. Para estas personas las cosas son sólo o blancas o negras.
Algunos síntomas:
Afectivos:
– Inestabilidad emocional.
– Ira inapropiada.
– Sentimientos crónicos de vacío.
– Episodios de disforia (emoción desagradable, irritabilidad).
Impulsivos:
– Comportamientos recurrentes, automutilación, ideas suicidas.
– Conductas imprudentes como alcohol, sexo no seguro, toxicomanías.
Interpersonales:
– Esfuerzos enfermizos por evitar un abandono sea real o imaginario.
Cognitivos:
– Ideas paranoides transitorias
Esta patología es la más común de los trastornos de personalidad.
A nivel laboral se suelen dar muchos cambios debido precisamente a lo impulsivo y complejo en la personalidad. Las relaciones personales son agitadas pasando de la idealización a la furia e ira de manera abrupta.
Afortunadamente afecta a menos del 1% de la población.
Muchas personas afectadas mejoran con el tratamiento adecuado. La psico-educación resulta muy efectiva porque el paciente entiende y comprende su enfermedad. La combinación farmacológica y terapéutica produce avances significativos en positivo para el paciente y en muchos casos se puede vivir satisfactoriamente manteniendo un seguimiento al paciente.
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