
Cuando los hijos adolescentes suspenden ¿qué mensaje real es el que nos transmiten en el fondo?, ¿antes iba bien y ahora suspende? Por lo general, la actitud de los padres no suele ser la correcta: pensar que son unos vagos redomados o unos pasotas que solo piensan en divertirse solo traerá discusiones y malestar general en casa.
Los profesores piden a los padres que hagan de maestros en casa para darles apoyo en las asignaturas, pero estos se convierten en polis malos o profesores malhumorados, lo que vuelve a causar problemas en casa distorsionando el ambiente familiar.
La posible pérdida de motivación hay que estudiarla. La adolescencia es síntoma de grandes cambios, de nuevas expectativas, y de crisis. Su inteligencia se convierte en una inteligencia regida por los sentimientos. Debemos entenderles para poder ayudarles y centrarles, si se centran estudiarán mejor. Estamos capacitados para manejar la situación, conocemos sus resortes emocionales y observándoles con cariño podemos hacer que se automotiven. El ser humano funciona mejor si se le valora.
El obstáculo de los suspensos puede superarse positivamente si les dedicamos tiempo y atención centrada en su ánimo.
– Deben saber que les resolveréis dudas pero que no estáis para hacerles la tarea. Los deberes son de los hijos.Potenciaremos su autonomía en el aprendizaje de conocimientos.
– Hacer los deberes es una obligación. El lugar de estudio deberá ser siempre el mismo y sin distracciones y al estar con ellos, estaremos con ellos, no debemos revisar mensajes de teléfono, chats etc. Debemos darles ejemplo. El tiempo que les dediquemos debe ser para ellos, potenciar el diálogo y la comunicación ayudará a eliminar ansiedad y a que se muestren más cercanos a la hora de contar inquietudes relacionadas con el instituto.
– Deberemos establecer un tiempo mínimo y máximo para el estudio. Y descansar entre cinco y diez minutos por cada hora de estudio. En bachillerato lo adecuado es estudiar entre 2-3 horas para realizar las tareas y estudiar.
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