
La adolescencia es un momento de mucha revolución y un momento clave para la salud mental de los jóvenes.
Es tan importante esta etapa que tres de cada cuatro trastornos mentales se originan o se presentan en este momento madurativo. Las autolesiones son un síntoma de depresión que también puede aflorar en esta época.,
Vamos a facilitaros varios consejos para prevenir la depresión de nuestros jóvenes, porque también los jóvenes la sufren y cada vez están mas expuestos. Cada año aumentan las cifras por multitud de circunstancias.
Existe sintomatología física, social y psicológica de la depresión.
Los jóvenes no suelen presentar un malestar físico por lo general, pero si lo exteriorizan de muchas formas, por ejemplo, con el “cutting” o autolesiones. Lo más habitual es el carácter cambiante, la irritabilidad, los enfados desmedidos y la desidia o desinterés por cosas que antes eran divertidas o motivantes. Pueden tener pensamientos destructivos.
Uno de los síntomas sociales de depresión es la escasa comunicación, el aislamiento, la falta de interés por socializar, no se disfruta con actividades en equipo o familiares y llega a producirse un descenso en el rendimiento académico. Si estos síntomas se mantienen en el tiempo, hay que prestarle atención y acudir al profesional para trabajar la prevención. El COVID-19 lamentablemente, favorece muchos de estos síntomas.
Las autolesiones físicas tienen el objetivo de regular las emociones a través del dolor, es una forma de expresar dolor psicológico. Los adolescentes lo utilizan como recurso de poner de manifiesto sus sentimientos interiores. ¿cómo podemos prevenir las autolesiones?
Los datos sobre las autolesiones por experiencias traumáticas en la infancia son muy preocupantes. Un/a niño/a que ha sufrido experiencias así durante la infancia tiene una probabilidad de 7 veces mayor de desarrollar depresión durante su vida. La desestructuración familiar, la drogadicción que magnifica las emociones en la infancia…, entornos nada favorecedores, peleas, discusiones,… todo viene asociado. El ambiente familiar afecta al riesgo de depresión y las autolesiones.
El ambiente familiar es importante. La buena comunicación entre los miembros de la familia, hacer actividades en común, y compartir las preocupaciones ayuda mucho en la prevención de las autolesiones.
Fundamental valorar la expresión de las emociones de nuestros hijos. Aportarles seguridad ayuda a solucionar cualquier adversidad que trasmita.
Interacción social . Está comprobado que estar en compañía positiva nuestro estado de ánimo mejora y las relaciones sociales reducen la depresión.
Hacer cualquier tipo de deporte. La actividad física ayuda a nuestro estado de ánimo.
Ofrecerles otros puntos de vista, desde la experiencia y la empatía a lo que ellos experimentan, puede evitar tomar decisiones inválidas.
Las discusiones o acontecimientos que alteren su estabilidad pueden provocar traumas o frustración. Hay que pedir ayuda para gestionar de manera constructiva y llegar a una solución.
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