
La comunicación no verbal cobra mucha importancia en las sesiones de terapia o en una entrevista de selección de personal. En general, en la vida diaria es un plus para la comunicación. Solo hay que saber interpretarla.
La comunicación normalmente viene acompañada de señales, gestos y expresiones que aportan información acerca de lo que el interlocutor nos cuenta.
La comunicación no verbal aporta tono de voz por ejemplo, expresión facial a través de las cejas, la boca, la mirada, la distancia interpersonal, muecas, que normalmente expresan el mismo mensaje que las palabras. Pero ¿qué ocurre si ante una persona que tenemos que valorar, por ejemplo en una entrevista de trabajo, los mensajes que expresa en la comunicación no verbal, son diferentes?
Los gestos, las micro-expresiones faciales, no se pueden ocultar como la palabra, el head-hunter o reclutador dará más fiabilidad a la postura y a ésta comunicación no verbal ya que es muchísimo más complicado de controlar.
Para el reclutador es sencillo leer en la comunicación no verbal. La mirada no miente.
Nuestros ojos son la única parte de nuestro cerebro, que es visible. Sí, así es.
Neurofisiológicamente, si nos hacen una pregunta, antes o después, nuestros ojos se mueven en algún sentido. Si lo hacen hacía el lado izquierdo acceden al cortex visual de la memoria, del recuerdo, por tanto, diremos la verdad. Si por el contrario, lo hacemos hacía la derecha estaremos recurriendo a la parte más imaginativa y las posibilidades de inventar aumentan.
Para aquellas personas que estáis en búsqueda activa, os puede resultar muy útil esta información acerca de la comunicación no verbal y poder saber qué gestos denotan qué cosas ante la entrevista de trabajo.
Aportamos algunos:
– Actitud defensiva: ocurre cuando tenemos los brazos cruzados a la altura del pecho.
– Actitud de temor o miedo a los retos: ocurre cuando sujetamos un bolso, una chaqueta, una carpeta…contra el pecho.
– Inseguridad, nerviosismo, dudas o tensión: pellizcarse alguna parte de la cara o morderse las uñas. Moverse continuamente en el asiento, balancear el cuerpo. Las piernas torcidas con las puntas de los pies juntas y los talones separados.
– Timidez o falta de iniciativa: si nuestra mirada es huidiza o esquiva hacia la persona que nos entrevista.
– Mentira: ocurre si nos tocamos la nariz mientras hablamos.
– Impaciencia: cuando golpeamos ligeramente los dedos contra la mesa o reposabrazos de la silla, mirar el reloj, frotarse las manos, sentarse al borde del asiento también añade indecisión e inseguridad.
Pero no todos los gestos van a traicionar la selección ante una candidatura de trabajo, también hay gestos positivos que ayudan en las entrevistas:
– Mirar al entrevistador a la cara sin ser de una manera insistente y continuada, denota confianza en ti mismo, interés y concentración.
– Una sonrisa amplia y sincera da una imagen positiva.
– Mantener la distancia interpersonal con el entrevistador muestra educación y respeto.
– Postura relajada y natural al estar sentados muestra comodidad sin nada que ocultar.
– La inclinación ligeramente hacía adelante demuestra interés y atención en lo que se está hablando.
Importante tener en cuenta que somos un libro abierto y los gestos corporales el argumento.
1 Comentario
Lola Redondo
Este artículo me ha parecido muy revelador, tiene cosas que me parecen realmente curiosas, Nunca hubiese dichos que la forma en que gesticulemos o que nos pongamos pueda decir tanto.
Enhorabuena Zonabienestar por el estupendo trabajo que desempeñáis.