
Los efectos de ingestión de alcohol en el organismo varia en función de la masa corporal de cada persona, su estado de salud, edad, sexo y hasta si se ingiere con o sin alimento.
1 unidad de bebida = 10 gr.de alcohol puro = 1 copa champán = 1 caña cerveza =1 vaso de vino
Teniendo esto en cuenta, el hígado de una persona, en general, es capaz de metabolizar una unidad de bebida cada hora u hora y media. Si el consumo es más alto, se considera excesivo y puede tener consecuencias negativas para la salud.
El alcohol es un depresor del Sistema Nervioso y como tal reduce la capacidad de realizar la vida diaria habitual con normalidad (trabajar, conducir, atender a la familia en casa, reuniones…).
Una persona con problema de alcoholismo puede experimentar:
Primera fase llamada pre-alcohólica:
Cualquier momento es bueno para justificar beber, se buscan ocasiones sociales para beber y convierte todas las circunstancias en pretextos para hacerlo.
Inicialmente bebe en grupo, pero también lo hace a escondidas con remordimientos ocasionales.
Evita hablar del alcohol.
Cuando bebe, cada vez más a menudo, lo hace de golpe y con avidez.
Fase alcohólica:
En esta fase la persona ya está instalada en el hábito de beber sin detenerse. Pierde el control sobre la bebida y bebe en exceso de forma frecuente.
Se despreocupa de sí mismo/a. Descuida su aspecto. Abandona progresivamente otros intereses.
Niega sus problemas con el alcohol.
Se altera con cierta facilidad. Tiene momentos eufóricos y momentos de depresión y tristeza.
Puede tener una actitud selectiva de pautas de consumo (marcas concretas, tipo de bebida alcohólica).
Aumenta el tiempo para tomar alcohol y también para la recuperación de sus efectos. Tiene que beber más para lograr sus mismos efectos.
Fase crónica:
En esta fase sigue negando sus problemas con el alcohol.
Tiene síntomas físicos de la enfermedad.
La persona tiene claras complicaciones conductuales y psiquiátricas.
Puede tener, entre otros efectos de la dependencia: inflamación en el páncreas. Enfermedades coronarias, varices sangrantes en el esófago, abscesos pulmonares, alteraciones cutáneas y nutricionales. Miopatías, lesiones en el sistema nervioso, degeneración cerebral, déficit de atención, disfunción sexual, cirrosis en el hígado, incremento de los tipos de cánceres. Deterioro de la salud mental.
La depresión es una causa frecuente del alcoholismo, pero no la única. La persona busca salir de los problemas y aliviarlos de esta manera, pero los problemas siguen ahí, sin hacerles frente y continúan cuando se pasan los efectos del alcohol. No hemos hecho nada realmente para enfrentarnos a ellos y superarlos. El problema no disminuye, se complica aún más. Si quieres superarlo, cuéntanoslo info@zonabienestar.es / 692 99 44 11.
Para superar cualquier adicción se requiere voluntad de querer, actitud y tratamientos. No es fácil pero se consigue. El tiempo de rehabilitación depende también de la colaboración del paciente y de los daños.
Debe realizarse en las mejores condiciones posibles y con todos los recursos necesarios para que la desintoxicación sea completa y con ayuda externa médica e incluso ingreso en un centro específico.
Tratar la adicción al alcohol no significa limpiar solo el organismo, también habrá que reparar los daños cerebrales que esté causando. El Síndrome de abstinencia es un reto. En España se realizan tratamientos con diferentes metodologías: con/sin ingreso. Ingreso breve/prolongado. Con terapia de apoyo posterior/sin ella… www.alcoholicosanonimos.org
Al lograrlo, se recuperan los procesos cognitivos y afectivos que habían sido alterados. El paciente vuelve a controlar su vida. Merece la pena hacer el esfuerzo.
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