
Hace días comenzaba hablando del miedo como una emoción paralizante. Hoy damos una nueva orientación: el miedo a la noche.
La nictofobia o miedo irracional a la oscuridad se puede llegar a presentar comouna percepción distorsionada del cerebro por lo que podría suceder en medio de la oscuridad…, y no solo es propio de niños, también lo podemos desarrollar los adultos.
Sigmund Freud, Neurólogo Austriaco, sostenía que responde a un desorden de ansiedad. Otras teorías apoyan, y añaden a este médico, que puede producirse este desorden por la separación matrimonial o de otras personas. La vida antes de la separación se desarrolla de un modo y en esa circunstancia hay que asumir otros roles, qué en algunos casos no somos capaces de digerir.
Lo primero más aconsejable es distinguir claramente cuál es el mal que le afecta a la persona, si solo es una llamada de atención, si además se añaden pesadillas, angustia etc. En algunos casos, las situaciones leves tienden a solucionarse por sí solas, aunque os pueda resultar absurdo, encender una bombilla de baja intensidad es una medida efectiva porque tranquiliza.
Preguntaros:¿Qué suelen hacer los niños antes de conciliar el sueño?, leen libros. Desde aquí os proponemos convertir el miedo a la noche en un momento de lectura interesante y divertido que te aporte tranquilidad y seguridad a la hora del sueño reparador.
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