
Comprender a los demás.
Tenemos dentro de nosotros la llave de la felicidad pero no siempre sabemos utilizarla.
En ocasiones ocurre que nos hacemos esclavos de formas de proceder. Nuestro carácter está compuesto por hábitos, comportamientos y formas de sentir que se ven reflejadas en nuestra conducta. Si el hábito es bueno, será positivo, si no, será una falsa protección que tenderá a dañar nuestras relaciones.
Covey opina que el hábito es la intersección del conocimiento, la capacidad y el deseo o lo que viene a ser el paradigma del ¿por qué?, el ¿cómo hacer? Y el querer hacer. Estos elementos son los que rigen nuestros hábitos.
Gestionar nuestras emociones no siempre le resulta fácil al ser humano.
En los últimos años se han realizado estudios con el fin de evaluar la eficacia de los terapeutas y los distintos enfoques terapéuticos. Existe un dato relevante en la importancia del poder sanador del paciente: el vínculo entre el paciente y el terapeuta.
La terapia es un proceso en el cual acompañamos a la persona a lo largo del camino a recorrer y que le lleva a solucionar sus conflictos hacia la autonomía personal definitiva.
Nosotros en el Gabinete de zonabienestar.es, consideramos que establecer este vínculo es importante, si no ocurre, la persona puede seguir sintiéndose frágil e insegura y ninguno avanzaremos en la terapia. Sin embargo, si establecemos de manera adecuada este factor, estamos fomentando la sensación de seguridad y se eliminarán barreras. Aparece laconfianza, empatía y todo estará en sintonía para interaccionar adecuadamente.
La empatía es una capacidad a desarrollar por el ser humano, es una habilidad social y que resulta ventajosa para el paciente. Es necesario que el terapeuta sepa comunicar esa empatía y adaptarse a las necesidades del paciente. Depende de nosotros hacerlo bien. Ya desde la infancia, las personas podemos desarrollarla y potenciarla. Se desarrolla mucho más fácilmente en aquellas personas cuyas necesidades afectivas han sido cubiertas desde sus primeros años de vida y también a través de la educación familiar.
Escucha con respeto a los demás, de manera abierta y flexible. Las cualidades y logros de los demás deben reconocerse positivamente.
El terapeuta no juzga, no cuestiona, comprende y aporta una visión más objetiva. Mantiene la distancia necesaria para poder ayudar a la persona y capacitarle de la manera más adecuada para enfrentarse a sus problemas.
Si necesitas un coach, sentirme mejor, gestionar tus emociones, hacer más eficaz tu curriculum… nosotros estamos para ayudarte.
No lo dudes. info@zonabienestar.es 692 99 44 11, estamos en Madrid.
Déjanos un comentario