
Wendell Johnson, psicólogo estadounidense decía que las personas tartamudas no son del todo conscientes del poder de desaprobación por parte de la sociedad hacia la tartamudez…
Aprender a expresarse no es tarea fácil. Con el lenguaje compartimos sentimientos, emociones, deseos… nadie habla perfectamente.
La tartamudez es un trastorno, no una enfermedad, hay componentes genéticos que predisponen a la persona a sufrirlo pero su origen es desconocido siempre que no haya un defecto en el sistema fonatorio o neurológico que lo justifique.
La persona tartamuda, se bloquea y acaba organizando su vida evitando interactuar con otras personas y condicionando todo a su alrededor: vida laboral, social… siempre concurre la ansiedad participatoria que altera el proceso respiratorio en el afán de no tartamudear.
Los procedimientos de logopedia y reeducación tienen baja eficacia. Suele ocurrir, la experiencia nos apoya en esto, quecuando una persona tartamuda está más tranquila, sola, o cuando está cantando baja el tartamudeo por lo qué hemos de considerar que es un hábito caracterizado por la ansiedad.
Aconsejable:
–Aceptar la tartamudez como un hecho.
-En momentos de interacción social, ser consciente de los hábitos incorrectos y asimilar procedimientos que ayuden al habla más fluida.
– Realizar sesiones para el manejo de la ansiedad, autoestima y control de la respiración.
– Repetir en casa ejercicios de mejora.
– No ponerse nervioso porque eso te pondrá nervioso.
– Observa a la gente mientras habla, el ritmo, la velocidad que tienen. Imita y practica lo que ves.
-No te obligues a hablar fluidamente.
– Obsérvate a ti mismo. Analiza cuando tartamudeas más, qué lo provoca…Averiguar la respuesta te ayudará.
– Nadie habla perfectamente, poco a poco mejoras y logras tu desafío.
Puedes contar con nosotros: info@zonabienestar.es ó 692 99 44 11. Consúltanos.
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